¿Es el método quien determina al objeto? ¿Es al revés? Sin objeto no hay método pero sin método no hay objeto. Pensemos en las posibilidades que el materialismo histórico conduzca al estudio de los procesos mentales (Neuro-economía, conductismo, etc.) o que el individualismo metodológico nos dé el marco teórico para estudiar a la estructura y superestructura de la sociedad. Parece evidente ahora que el método limita al objeto, sin embargo la elección del objeto a partir de la observación – supongamos erróneamente, sin método – delimita las formas de abordar su estudio. Por ejemplo el estudio del excedente social elimina de antemano las aproximaciones individuales[1], precisamente por ser social. El problema de la elección del consumidor difícilmente sea interpretado por marcos teóricos cercanos a las instituciones y estructuras. Pero, como veremos en otros aspectos de nuestro estudio, esta contradicción no presenta mayores problemas porque se resuelve en el desarrollo de nuestra propia ciencia. La observación no puede estar separada del marco teórico consciente o inconsciente del investigador. En tal discusión, Maurice Dobb plantea que la Economía es una ciencia deductiva y por lo tanto el desarrollo mismo de las categorías produce una imposibilidad temporal de comunicarse en el mismo idioma. Si bien coincidimos en que el idioma es diferente pero aunque se comparta el idioma existen otras pertenencias que producen la incomunicación consciente de los protagonistas del pensamiento, no compartimos que la economía sea deductiva, precisamente porque no tendríamos lugar por donde empezar a deducir sino hay otro proceso que dispare los problemas, pero acorde a lo señalado anteriormente, ese proceso tampoco está exento de teorías (nociones, doctrinas, etc.) preexistentes. Es decir, métodos y objetos distintos, no unos separados de otros. ¿Cómo determinar qué es lo relevante? Afortunadamente tenemos la historia, pese a que la misma interpretación de la historia posee problemas similares a la de la Economía política.
No tenemos una ciencia sin método, tampoco muchos métodos para cada cosa. hay límites para el estudio del ser social, encontrarlos es la búsqueda del método.
[1] ¿Qué sobraría si cada factor es remunerado por sus condiciones de reproducción? La explotación en el marxismo analítico podría interpretarse en esta línea. (GUERRERO, 1997, pág. 178)
1 comentario:
La discusión entre método y objeto siempre se me presentó como la del huevo y la gallina. No puede existir el uno sin el otro. Sin embargo considero que la búsqueda de la verdad debe ser el principio rector de toda ciencia.
Saludos.
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