Notas sobre la conferencia de la reunión de economistas más importante y concurrida del planeta y cuna del pensamiento ortodoxo: la American Economic Association (que publica The American Economic Review, The Journal of Economic Literature, The Journal of Economic Perspectives, y los American Economic Journals, rankeados con menor categoría: Applied Economics; Economic Policy; Macroeconomics; Microeconomics. Dicha organización el año pasado tenía 19.795 miembros y suscritores -aunque en 2001 había 23,599).
Desde hoy hasta el domingo se realiza en San Diego (USA) su conferencia anual. La primera sesión nos advierte: "Neuroeconomía de confianza", las siguientes nos confirman. Es interesante a la luz de lo que la mayoría de los economistas ortodoxos miran en el país que domina nuestra ciencia desde hace más de medio siglo.
Recientemente me enviaron (si, porque soy miembro suscriptor de AEA y hasta me permiten votar al único candidato a dirigirla, la libertad de elegir me llegó!) un correo invitándome a utilizar los videos del FMI para fines educativos. Realmente no tienen desperdicio, sobre todo aquel que el funcionario del niño mimado del neoliberalismo en América Latina (Chile, porque no les queda otra) explica a los españoles -que tienen un desempleo record del 25% y una juventud aplastada por el poder económico en España- cómo salir de la crisis subiendo el IVA, sanando a los bancos y flexibilizando el mercado de trabajo en conjunto con el ajuste del gasto fiscal (Claro que voy a usar ese video en las clases).
Faltó que le indiquen una devaluación (no lo van a decir, creo) y ajuste de tarifas de servicios públicos (como quieren los supuestos macroeconomistas heterodoxos de la Argentina). También va a tener que explicarle el incremento fenomenal de la pobreza y la indigencia que van a sufrir, el desprecio y aislamiento de sus primos europeos, la caída abrupta de todos los indicadores de actividad, el incremento de la violencia empresarial y personal y la fragmentación social, claro que con una recuperación posterior (a la caída) de las ganancias que tal vez, sólo tal vez en un mundo en crisis, logre darle otro tipo de cachetazo a los españoles (y depaso a los inmigrantes) para ponerlos a trabajar de nuevo. Ojo, no se malentienda, que España no es Argentina, está en una situación peor porque la pérdida de discrecionalidad de política es amplificada, porque tienen el cepo de la peseta o lo que vaya a venir si viene, que es el Euro. Porque viven un mundo en crisis y los que pueden ayudar han demostrado desprecio, prepotencia y muchas ganas de saquear.
Pero qué se yo de relaciones internacionales -lo digo seriamente-, esto es simplemente una apreciación del discurso.
A la pregunta del post respondo, no estamos en otra, estamos muy en la misma y pensamos distinto. Pero esta es nuestra realidad, es nuestra academia -no es solo la academia en USA-, está en todos lados porque es lo dominante. Si el Varian o Makiw se estudia en micro y algo más allá de Blanchard en macro y, al mismo tiempo, micro y macro son los pilares fundamentales de más del 95% (para ser optimista) de los economistas en Argentina, entonces no estamos en otra, pero al menos estamos advertidos.
Si se habla aunque sea de alguna cosa parecida a las expectativas racionales, la locura más grande que tuvo la economía después de las ideas de Jevons sobre la determinación del precio de los cereales y el movimiento de los planetas (por favor, contextualizar). La cuestión que preocuparse por el calentamiento global y el alimento parece cosa bien de la economía política, aununciar que la información que usan las personas para transaccionar es la mejor accesible, es una pelotudez que sólo cabe en las mentes colonizadas del peor de los saberes, aquel que sirve para esquivar el saber. (Nótese que hace poco escuché a otro macroeconomista argentino conocido argentino que dijo "está bien, ya sabemos que las expectativas racionales hay que dejarlas de lado". ??!!?!?!?!?!?!?!?!?!?! teníamos que responderle, que pensaste para tenerlas en cuenta??).
No hay comentarios:
Publicar un comentario