domingo, noviembre 20

European Society for the History of Economic Thought en México


En la ciudad de México DF entre el pasado 9 y 13 de noviembre se llevó a cabo la primera conferencia de historiadores del pensamiento económico de Europa (European Society for the History of Economic Thought) en conjunto con historiadores del pensamiento económico latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México. Bajo la consigna “de la era colonial a la globalización: enfoques y reflexiones en la historia del pensamiento económico” encontramos una gran diversidad de temas y enfoques teóricos predominando los abordajes postkeynesiano (John m. Keynes y Michal Kalecki) y Sraffiano (Piero Sraffa) como alternativas críticas a los abordajes marginalistas desde lo económico y neoliberales desde lo político. Durante la jornada estuvo centrada en los problemas del desarrollo en América Latina, en la historia del pensamiento económico que rodea esta problemática (centrada principalmente en autores mexicanos) y por supuesto, el tratamiento de la crisis actual. Afortunadamente existieron presentaciones de argentinos y dos de ellas fueron seleccionadas entre las nueve becadas.

Resulta interesante destacar esta integración de historiadores de distintos continentes por varias razones: por un lado, la dirección del evento es desde Europa hacia América Latina, en este sentido comprendemos que parte del interés de los europeos en mirar la periferia se da en el actual marco de crisis económica mundial. La ex presidenta de la asociación, Maria Cristina Marcuzzo, bromeando en la presentación había señalado que las tarifas diferenciales (más económicas) en rigor deberían ser para los europeos a raíz de las tasas de crecimiento del 8, 9% de Brasil y Argentina. Por otro lado más interesante aun la integración de pensadores debido a que la “historia oficial” del pensamiento económico muestra sólo dos vías para el saber - con mayor énfasis dependiendo su hegemonía política-; una que va desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX en Gran Bretaña y desde aquel entonces desde EEUU hacia el resto del mundo. Es fácil consultar cualquier manual de historia del pensamiento económico y verificar que nadie parece haber pensado en África, América Latina ni gran parte de Asia e incluso es más llamativo cuando la exclusión historiográfica se da precisamente en aquellos ámbitos donde el pensamiento periférico ha sido precursor.

En estos congresos quedan sabores de todo tipo, por un lado, el interés en ver cómo los trabajos realizados en argentina provocaron interés por su profundidad y seriedad en el tratamiento de los temas, cómo el intercambio de problemáticas se da en torno a la situación regional, por otro lado, el disgusto de conocer lo lejos que están los científicos sociales argentinos de lograr condiciones de trabajo e investigación relativamente aceptables, no solo comparativamente con Suiza, Italia, Francia o Portugal, sino con Brasil y México. Parte del resultado de las diferencias con estos países resulta en el hecho que se hayan enviado desde argentina muchas más ponencias de las efectivamente presentadas.

Recuerdo los rostros horrorizados de algunos ponentes cuando se enteraron que solamente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires al año 2008 al menos el 62% del personal docente no posee ingresos por esa actividad (existiendo situaciones peores en otras facultades) y que la tendencia (al menos desde el 2002) a la dedicación del docente nombrado (asociada con el ingreso) en los casos remunerados está en baja. El trabajo y la investigación gratis forman parte de la cultura exitista en que se ha transformado a lo largo del tiempo la profesión del economista, prueba de ello son las monedas que se le caen a alguna institución cuando premian a algún brillante economista (¿No todo lo que brilla es oro?). Es un excelente momento para replantearse este problema cuando en la UBA-FCE, la consulta sobre la reforma del plan de estudios se realiza sobre los alumnos con mejores promedios (del plan actual que se supone tiene algo que reformar) o cuando no se consulta a todo el plantel docente, aquel que no recibe medallas ni premios sino que recibe desprecio constante por parte de las autoridades, no solo trabaja gratis sino que además no es consultado sobre los procesos básicos que forman a la universidad.

El año siguiente la conferencia ESHET-Latinoamérica vendrá seguramente a Buenos Aires, será otra experiencia interesante, esta vez con más trabajos de argentinos aunque más no sea porque es más económico el pasaje en colectivo que el de un avión.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Saludos profesor, soy el estudiante mexicano que lo saludó en Wal Mart, me preguntaba si no conserva algunas notas del evento ( yo no pude asistir pues me encontraba en éste seminario: http://grupolujan-circus.blogspot.com/2011/10/congreso-internacional-crisis-de-la.html )