miércoles, mayo 4

Pedagogía de lo Económico: Significado y Sentido

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El significado del proceso de aprendizaje-enseñanza está representado por el contenido de lo que se enseña. Esto parece trivial pero no tiene nada de ello. No es obvio para el alumno que cuando enseñamos a sumar y restar lo hacemos porque ello significa que podrá lograr desarrollarse socialmente en muchísimos ámbitos de su vida, y que precisamente sin el aprendizaje de las matemáticas quedará automáticamente excluido de muchos momentos sociales. Menos obvio es cuando enseñamos a componer moléculas en química, fuerzas en física. Pero ello no ocurre con las ciencias duras solamente, no resulta evidente la necesidad del estudio de la historia, incluso, por ejemplo, la historia del desarrollo de las matemáticas. El significado que se le dé a lo que se pretende estudiar va a determinar la potencialidad de desarrollo del tema provocando el interés de los participantes.  Desde el punto de vista didáctico, cuando se proponen explicar teorías que resultan en una justificación del status quo, es decir que nos dicen que no debemos cambiar nada o en el mejor de los casos cambiar algo para dejar de cambiarlo, y donde nos dicen que la política provoca una interferencia en el desarrollo individual de los integrantes de una sociedad, produce un rechazo de la pretensión de significar el conocimiento (Coll). Cuando es mejor dejar de hacer o dejar que pasen las cosas, no hay acciones que tomar y no hay cosas de decidir dando como resultado preguntarse ¿para qué estudiar aquello que no se pretende cambiar? El proceso de estudio pierde significado, no lo pierde por completo, sería una injusticia asignarle semejante función apolítica al liberalismo. Discusiones acaloradas han demostrado cuan significantes son las esas ideas para sus defensores. Sin embargo las ideas resultantes no surgen necesariamente del proceso de estudio, sino además de la interacción del individuo en su proceso histórico. Lo que está en discusión no es el hecho de proponer el estudio de teorías liberales inmersas en el  individualismo-metodológico (TLIM), lo que está en discusión es que al exponer mayoritariamente esas teorías se elimina gran parte del significado de lo que se está estudiando.

El caso sencillo puede representarse mediante los cursos de alto contenido matemático. No es que la matemática quite conocimiento al alumno. Es que en la pretendida función de aprendizaje se le está quitando el motor del mismo aprendizaje. A quien esta práctica no le parezca obvia por supuesto tendrá que recorrer cualquier carrera universitaria de economistas en el mundo para darse cuenta de ello.  

Lo anterior resulta en que para darle significado al contenido lo que deberíamos hacer es quitarle el carácter transformador a la economía como ciencia, o incurrir en una contradicción que bien puede aparecer disfrazada de dialéctica pero que es exclusivamente ideal: para transformar el mundo no hay que intentar transformarlo, porque llegado el momento en que desaparezcan las regulaciones del sistema –hasta ahora nadie sabe cuándo es el límite – no hará falta pensar mucho más que en hacer buenos negocios.

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